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martes, junio 02, 2009

DILE NOOOO AL ACOSO SEXUAL



El acoso de naturaleza sexual incluye una serie de agresiones desde molestias a abusos serios que pueden llegar a involucrar actividad sexual. Se considera al acoso sexual como una forma de discriminación ilegal y es una forma de abuso sexual y psicológico. Ocurre típicamente en el lugar de trabajo u otros ambientes donde poner objeciones o rechazar puede tener consecuencias negativas.


La definición de acoso sexual puede abarcar un amplio abanico, dependiendo de la opinión de cada individuo respecto a lo que entiende que pueda ser al acoso, llevando a confusiones. El término es acuñado en la Universidad Cornell, en 1974.


El acoso considerado como típico es el tacto indeseado entre compañeros de trabajos, pero además engloba los comentarios lascivos, discusiones sobre superioridad de sexo, las bromas sexuales, los favores sexuales para conseguir otros status laborales, algunas empresas provocan a sus empleados (tras conocer que un compañero de trabajo se quejó de acoso sexual) con la intención de que cambien de puesto de trabajo o lo abandonen, tras conocer la capacidad de ese trabajador, por envidia hacia él o porque esa plaza está prevista para otro, aunque en ocasiones lo hacen para estudiar sus reacciones. El acoso fuera del lugar de trabajo también está considerado otra forma de acoso sexual.

La situación es más complicada por el hecho de que la carrera de un individuo puede ser fácilmente destruida cuando éste se convierte en el objetivo del acoso sexual, o si éste es acusado de acoso. Los empleadores deben ser cuidadosos para proteger los derechos de los que se quejan y los individuos que han sido sujeto de quejas, porque ambos pueden creerse en posiciones vulnerables, y el bien y mal del caso puede no ser sencillo. Aquellos que han sido acusados deben asegurarse que sus derechos van a ser completamente protegidos, y que las acusaciones no van a ser automáticamente tomadas como prueba.

Reconociendo a un acosador
Es un ser de conducta escrupulosa y con tendencia a culpabilizarse, sin confianza en sí mismo, y, lo más peligroso, psicológicamente perverso, esto quiere decir que sienten sumo y vital placer al ver como sufren y desconciertan a los demás, al tiempo que gozan sometiendo y humillando, se puede considerar que padecen algún tipo de desviación sexual. Puede llegar a ser comprensivo de la situación de las víctimas, lo cual crea más perverso su accionar.

Modo de defenderse
La mejor arma para defenderse de un acosador, aparentemente la más diplomática, es la de tratarlo de manera similar a como el trata al resto.
Esto puede tocar sus puntos débiles que pueden ser los mismos a los que el alcanza cuando se comporta a su manera, de este modo siente lo que los demás padecen en su propia persona y tratará de evitar a quienes tengan ese comportamiento en su contra, sólo basta observar su conducta para saber cómo ponerlo en dificultades.
Esto no quiere decir que sea la manera más ortodoxa para arreglar el mal ocasionado, porque hay muchos tipos de comportamientos y formas de acosos.

Cómo Reaccionar
Cuando una persona está siendo acosada, en lugar de reaccionar de manera obvia, lo que hay que hacer es no dejarse intimidar, conservar la serenidad y ser muy firme ante la negativa de cualquier chiste, insinuación, tocamiento etc; poner distancia de por medio inmediatamente; evitar estas compañías y denunciar cuanto antes cualquier conducta de acoso sexual. Es importante mencionar que si la víctima no se siente incomodada y aprueba esta conducta, en ese caso, solo en ese caso el acoso no es considerado un crimen, y el acosador no es considerado un criminal.

Circunstancias variadas
Puede ocurrir en diferentes circunstancias:
El acosador puede ser un superior de la víctima, un cliente, un compañero de trabajo, un profesor o tutor, un compañero de clase, o un desconocido.
La víctima no tiene por qué ser la persona a la que se acosa directamente, sino que puede ser cualquier que sea de su entorno, encontrando ofensivo el comportamiento del acosador y se vea afectado en cierta manera.
Mientras que la víctima no se sienta acosada, no se debe considerar el comportamiento del acosador de manera ilegal.
El centro del acoso puede ser tanto del género masculino como femenino, asimismo el acosador también puede ser tanto de un género como del otro.

Efectos secundarios tras ser objeto de acoso sexual
Algunos efectos comunes del hostigamiento sexual son:
Bajo rendimiento en el trabajo o la escuela, con el consiguiente absentismo progresivo.
Pérdida del trabajo, tener que abandonar algunas clases, cambiar planes académicos o incluso abandonar la escuela.

Exposición de la vida personal al escrutinio público, la víctima se convierte en el "acusado" y su código de vestimenta, estilo de vida y vida privada son centro de atención. (Nota: esto raramente ocurre con el perpetrador del hecho).
Cambia totalmente su forma de vida y su entorno, sintiéndose constantemente en segundo lugar.
La sensación de ser constantemente observado como un objeto sexual para quien le conoce.
Constante pérdida de confianza hacia los ambientes donde ocurrió el acoso.
Constante pérdida de confianza hacia las personas que ocupan puestos similares al que le hizo víctima del acoso.
Tensión en sus relaciones con los demás, llegando al divorcio, o incluso enemistarse con las amistades.
Distanciamiento de los círculos que frecuentaba, profesionales o familiares.
Cambio de trabajo, de vivienda, de escuela...

También puede acabar con efectos secundarios psicológicos y de salud como puede ser: la depresión, ataques de ansiedad y pánico, desajustes de presión arterial, insomnio, pesadillas, constante vergüenza, culpabilidad, dificultad de concentración, dolor de cabeza, fatiga, falta de motivación, problemas estomacales y pérdida de peso, impotencia, pérdida de confianza hacia sí mismo, intentos de suicidio.

El acoso sexual en las organizaciones, puede implicar una baja en la productividad y ser causal de conflictos, según un reporte de Jana L. Raver, profesor asistente de comportamiento organizacional de la Queen's University en Kingston, Ontario, y de Michele J. Gelfand, profesor asociado de psicología industrial y organizacional de la universidad de Maryland. Este estudio demuestra que hay una estrecha relación entre la atención sexual no deseada y los conflictos en equipos de trabajo. El hostigamiento sexual (hacer bromas ofensivas de contenido sexual o hacer gestos ofensivos) aumenta los conflictos en equipos de trabajo y fracasos en alcanzar las metas financieras de la compañía.

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